Los consumidores de muchos países recurren cada vez más a los complementos alimenticios y a los alimentos funcionales o saludables como parte de su dieta, en un esfuerzo por mejorar su salud y bienestar individual, según afirma un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El informe titulado “Inocuidad de los alimentos en la nutrición personalizada: examen de los complementos alimenticios y los alimentos funcionales” examina las nuevas consideraciones de inocuidad relacionadas con estos productos y ofrece un panorama de todos los aspectos importantes de la inocuidad de los alimentos, como la interacción con medicamentos, la dosificación adecuada y la necesidad de evaluar la inocuidad de los ingredientes que carecen de antecedentes de consumo.
“La inocuidad de los ingredientes activos presentes en los complementos alimenticios y los alimentos funcionales puede depender de varios factores, entre ellos su origen, su elaboración y los niveles de concentración en que se utilizan. Un etiquetado claro y unas evaluaciones de inocuidad exhaustivas pueden contribuir a que los consumidores tomen decisiones informadas y tengan confianza”, afirma Maura Di Martino, autora del informe.
Basándose en marcos normativos de todo el mundo, el informe examina cómo diferentes países y regiones abordan la clasificación, el etiquetado y la regulación de los complementos alimenticios y los alimentos funcionales. Este análisis tiene por objeto apoyar a las autoridades encargadas de la inocuidad de los alimentos —en especial en los países de ingresos medios y bajos—, ayudando a fortalecer los marcos normativos que fomentan la innovación, protegen a los consumidores y generan confianza en el mercado.
Los complementos alimenticios se describen en el informe como "productos que contienen fuentes concentradas de nutrientes destinados a complementar la dieta", mientras que los alimentos funcionales se consideran "productos que ofrecen beneficios para la salud más allá de la nutrición básica". Estos productos, cuando se producen y consumen de manera responsable, pueden contribuir positivamente a los objetivos de salud pública, aunque a menudo faltan evidencias que respalden sus supuestas propiedades saludables.
El informe explora también la evolución del comportamiento y las percepciones de los consumidores en torno a los complementos alimenticios y los alimentos funcionales. Subraya la creciente influencia de estos productos en las decisiones de compra y en las actitudes de los consumidores hacia la salud y el bienestar. Proporcionar a los consumidores información precisa y científica sobre la inocuidad de los alimentos es fundamental para garantizar que se tomen decisiones responsables y fomentar la confianza en los productos. Asimismo, es esencial investigar más para corroborar las declaraciones de propiedades saludables, a fin de garantizar que la información que se proporciona a los consumidores sea completa y precisa.
Con los avances científicos y tecnológicos que siguen abriendo nuevas posibilidades en la nutrición personalizada, se prevé que crezca el mercado de los complementos alimenticios y los alimentos funcionales. Garantizar la inocuidad de estos productos mediante enfoques proactivos, inclusivos y basados en los datos es importante para la salud pública, al tiempo que se fomenta la innovación.
Mediante la colaboración y el intercambio de conocimientos, la FAO procura ayudar a los países a elaborar reglamentos eficaces para estos productos, velando porque las cuestiones de inocuidad no socaven los posibles beneficios para la salud, y promoviendo al mismo tiempo el acceso equitativo de todos al conocimiento científico.