Revelan el impacto de las bebidas azucaradas en la salud del esperma

El consumo global de bebidas azucaradas (SSBs, por sus siglas en inglés) ha aumentado significativamente, se ha descripto un incremento del 22,9 % entre 1990 y 2018. Paralelamente a esta tendencia, se ha observado un preocupante declive en la salud de los espermatozoides, con concentraciones promedio de espermatozoides que cayeron en más del 50 % entre 1973 y 2018, un declive que se ha acelerado en los últimos años. La infertilidad afecta aproximadamente al 17,5 % de los adultos a nivel mundial, y la infertilidad por factor masculino contribuye a casi la mitad de estos casos. 

El creciente consumo de bebidas azucaradas ha coincidido con una mayor prevalencia de obesidad, un factor conocido que contribuye a la reducción de la calidad del esperma. El consumo excesivo de azúcar se relaciona con afecciones relacionadas con el síndrome metabólico, como niveles elevados de triglicéridos, resistencia a la insulina y envejecimiento acelerado. La obesidad altera el eje hipotálamo-hipofisario-gonadal, lo que altera la respuesta de las gonadotropinas y la ultraestructura del esperma eyaculado.

Además, las bebidas azucaradas promueven el estrés oxidativo al generar especies reactivas de oxígeno, que comprometen la función espermática. Esto incluye daño a la membrana espermática por peroxidación lipídica, disfunción mitocondrial que reduce la motilidad y la viabilidad, y daño al ADN que afecta la capacidad de fertilización. 

Más allá de sus implicaciones para la infertilidad masculina, la disminución de la calidad del semen se ha vinculado con consecuencias más amplias para la salud. Estudios previos han demostrado que la calidad del semen se asocia con morbilidad a largo plazo; una calidad seminal deficiente se asocia con un riesgo significativamente mayor de hospitalización, en particular por enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus. 

Si bien la relación entre el consumo de bebidas azucaradas y las enfermedades crónicas está bien establecida, la investigación sobre la relación específica entre estas bebidas y la infertilidad masculina sigue siendo limitada. Por lo tanto, es imperativo que se estudien y divulguen exhaustivamente los efectos negativos del consumo de bebidas azucaradas en la salud del esperma.

Una comprensión más profunda de esta asociación podría orientar las intervenciones en el estilo de vida de las parejas que buscan concebir, lo que permitiría a los profesionales sanitarios colaborar con sus pacientes para diseñar estrategias e intervenciones que reduzcan el consumo de bebidas azucaradas, favoreciendo la salud reproductiva y manteniendo la salud metabólica.

Frente a esta necesidad, un reciente artículo científico revisó la literatura existente sobre el consumo de bebidas azucaradas y la infertilidad masculina. Los autores seleccionaron 11 estudios observacionales y de cohorte y excluyeron aquellos centrados exclusivamente en modelos animales o en factores dietéticos no relacionados.

El impacto de las bebidas azucaradas en la salud del esperma

Luego de la revisión de la bibliografía, la evidencia subraya las asociaciones negativas entre el consumo de bebidas azucaradas y diversos parámetros de la salud espermática, incluyendo la disminución de la concentración, la motilidad y la morfología espermática. “El estrés oxidativo resultante del consumo excesivo de azúcar parece desempeñar un papel importante en estos efectos adversos, al causar la peroxidación lipídica de las membranas espermáticas y deteriorar la función mitocondrial, lo que en última instancia afecta la motilidad y la viabilidad espermática”, explican los investigadores. 

Además, las alteraciones metabólicas inducidas por las bebidas azucaradas, como la resistencia a la insulina, agravan aún más el daño oxidativo y los desequilibrios hormonales, lo que perjudica la espermatogénesis mediante alteraciones en la proporción de inhibina B/FSH.

Cabe destacar que, aquellos estudios que ajustan variables como el IMC revelaron un mayor impacto negativo en individuos con un IMC más alto, por lo cual mencionan que la salud metabólica modula los efectos observados. 

La suplementación con antioxidantes, incluyendo vitaminas C y E, glutatión y coenzima Q10, ha demostrado ser prometedora en la mitigación del daño inducido por estrés oxidativo, lo que sugiere posibles estrategias preventivas junto con los esfuerzos para reducir las exposiciones oxidativas ambientales y dietéticas. “Varios estudios informan que la suplementación antioxidante oral durante 2-3 meses puede reducir significativamente la fragmentación del ADN en hombres con infertilidad idiopática o estrés oxidativo conocido”, destacan los expertos.

Sin embargo, aclaran que la selección cuidadosa de los pacientes y la evaluación clínica son esenciales antes de iniciar la suplementación antioxidante de rutina, y se necesita más investigación para establecer protocolos estandarizados y formulaciones óptimas. “Una dieta equilibrada y rica en antioxidantes sigue siendo una estrategia a largo plazo más segura y sostenible. Se cree que los efectos sinérgicos de una amplia gama de antioxidantes dietéticos son más eficaces y menos riesgosos que la suplementación en dosis altas, ya que la ingesta excesiva de antioxidantes puede, paradójicamente, perjudicar la función de los espermatozoides”, advierten. 

Si bien las investigaciones existentes han señalado el impacto mínimo de los edulcorantes artificiales en la salud espermática, la literatura es escasa y podría no reflejar con precisión su impacto real. También es importante destacar que las "bebidas endulzadas artificialmente" son una categoría general que no estratifica los diferentes tipos de edulcorantes artificiales, como el aspartamo, el ciclamato y la sucralosa. Es por ello que, los autores sugieren que “una mayor investigación sobre los diferentes edulcorantes artificiales presentes en las bebidas endulzadas y su impacto individual en la salud espermática podría brindar información más esclarecedora”. 

Recomendaciones de los expertos 

La evidencia actual sugiere que el consumo regular de bebidas azucaradas se asocia con efectos adversos en la salud espermática, como la reducción del recuento y la motilidad espermática, así como una mayor fragmentación del ADN. Para mitigar estos efectos y promover una mejor salud reproductiva, los investigadores recomiendan una combinación de modificaciones en la dieta, cambios en el estilo de vida e intervenciones de salud pública.

En primer lugar, señalan que el limitar el consumo de bebidas azucaradas es una estrategia clave. La Organización Mundial de la Salud recomienda que tanto adultos como niños reduzcan la ingesta diaria de azúcares libres a menos del 10 % de su ingesta energética total, y que una reducción por debajo del 5 % (aproximadamente 25 g o 6 cucharaditas) al día proporciona beneficios adicionales para la salud. Paralelamente, “las iniciativas de salud pública deberían animar a las personas a optar por alternativas más saludables, como agua, infusiones o bebidas con un mínimo o ningún azúcar añadido”, desarrolla el nuevo estudio. 

Además de limitar el consumo de bebidas azucaradas, explican que “las modificaciones dietéticas desempeñan un papel fundamental en la salud espermática”. Una dieta rica en nutrientes, rica en antioxidantes, minerales esenciales y grasas saludables, puede contrarrestar el estrés oxidativo y favorecer la función espermática. “Se ha demostrado que el consumo de alimentos ricos en vitaminas C y E, zinc, folato y ácidos grasos omega-3 mejora la motilidad y reduce el daño al ADN. Estos componentes dietéticos ayudan a combatir el estrés oxidativo provocado por el alto consumo de azúcar, un factor clave en la disfunción espermática”, enfatizan. 

Otra de las recomendaciones de los expertos para preservar la salud espermática es mantener un peso y un perfil metabólico saludables. La obesidad y el síndrome metabólico, ambos exacerbados por el consumo excesivo de azúcar, se asocian con resistencia a la insulina, desequilibrios hormonales e inflamación, todo lo cual impacta negativamente los parámetros espermáticos. “Recomendamos que las personas mantengan un IMC saludable a través de una nutrición equilibrada y actividad física regular. Participar en ejercicios físicos de intensidad leve a moderada puede favorecer la salud metabólica y mejorar los resultados reproductivos”. 

Dado que el consumo de SSB se ha relacionado con alteraciones hormonales, resaltan que “el monitoreo regular de los niveles de testosterona e insulina puede ser particularmente beneficioso para los hombres que experimentan problemas de fertilidad”. Los chequeos de salud rutinarios pueden ayudar a identificar indicadores tempranos de síndrome metabólico, estrés oxidativo o desequilibrios endocrinos, y esto permitiría intervenciones dietéticas y de estilo de vida oportunas para mitigar posibles complicaciones reproductivas.

“Estrategias como los impuestos al azúcar, un etiquetado alimentario más claro y las campañas educativas han demostrado su eficacia para reducir el consumo de bebidas azucaradas en diversas poblaciones. Los gobiernos y las organizaciones sanitarias deben seguir impulsando estas iniciativas, promoviendo una transición hacia hábitos alimentarios más saludables que beneficien tanto la salud general como la función reproductiva”, sugieren los investigadores. 

Resumiendo, la literatura existente sugiere una posible relación entre el consumo de bebidas azucaradas y la infertilidad masculina, en particular a través de efectos adversos sobre los parámetros espermáticos. Diversos estudios indican que el consumo regular de bebidas azucaradas, incluso en cantidades moderadas, puede estar asociado con una reducción del recuento, la motilidad y la morfología de los espermatozoides. 

Sin embargo, los autores advierten que “se necesita más investigación para establecer una relación causal más clara y comprender los mecanismos subyacentes a estas asociaciones”. “Abordar el consumo de bebidas azucaradas como parte de una estrategia más amplia de modificación del estilo de vida podría ser una consideración importante para optimizar la salud reproductiva masculina, ya que la calidad del semen predice los riesgos de mortalidad en los hombres”, rematan.