AxSí denuncia que haya colegios San Fernando pendientes aún del mantenimiento de las zonas verdes - San Fernando - Noticias, última hora, vídeos y fotos de San Fernando Ver
Los beneficios de la ashwagandha para el estrés, el estado de ánimo, la calidad de sueño y la función cognitiva

Los beneficios de la ashwagandha para el estrés, el estado de ánimo, la calidad de sueño y la función cognitiva

Resaltan que la dosis diaria y la duración del tratamiento no influyen significativamente en los beneficios obtenidos y que no se observaron efectos adversos significativos con su uso
Ashwagandha
La ashwagandha parece ser beneficiosa tanto para personas con buena salud como para pacientes con deterioro cognitivo.

En los últimos años, la prevalencia global de problemas de salud mental y trastornos del sueño ha aumentado, lo que ha llevado a los profesionales sanitarios y al público en general a buscar métodos integrales que vayan más allá de las terapias farmacológicas tradicionales. A medida que aumenta la preocupación por los efectos secundarios y las deficiencias de los tratamientos habituales para los trastornos del estado de ánimo, la ansiedad y el insomnio, se ha intensificado la búsqueda de remedios naturales eficaces y con base científica. Una planta que ha atraído notable atención científica y clínica es la Withania somnifera , también conocida como ashwagandha

 

La ashwagandha se considera una hierba rejuvenecedora que promueve la longevidad, la resistencia al estrés y la salud en general. Tradicionalmente se ha empleado para aumentar la resistencia, restaurar la energía, reducir la fatiga y combatir afecciones relacionadas con el estrés. Fitoquímicamente, lcontiene varios componentes biológicamente activos que median sus efectos terapéuticos. Los compuestos más estudiados son los withanólidos, un grupo de lactonas esteroidales que exhiben propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, inmunomoduladoras y neuroprotectoras

 

Otros componentes notables incluyen alcaloides (como somniferina y tropina), sitoindósidos y acilsterilglucósidos, muchos de los cuales se ha sugerido que modulan el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal (HPA) y el sistema nervioso simpático. Estos efectos bioquímicos contribuyen a la capacidad de la ashwagandha para funcionar como un adaptógeno, ayudando al cuerpo a mitigar y adaptarse a los estresores psicológicos y físicos.  

 

El estrés crónico y la falta de sueño se asocian con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, síndrome metabólico y disfunción inmunológica. En la práctica clínica, la farmacoterapia sigue siendo la modalidad de tratamiento principal para los trastornos del estado de ánimo y del sueño. Sin embargo, los medicamentos de elección a menudo inducen efectos secundarios, que incluyen sedación, aumento de peso, disfunción sexual, dependencia y síntomas de abstinencia. En consecuencia, muchas personas eligen interrumpir el tratamiento o explorar opciones complementarias. 

 

A la luz de estos desafíos, los consumidores y profesionales de la salud se sienten cada vez más atraídos por los productos botánicos que ofrecen beneficios terapéuticos junto con un perfil más seguro. En este sentido, la ashwagandha ha emergido como líder en este movimiento, debido a su uso tradicional y un cuerpo creciente de investigación científica que respalda sus posibles efectos psicotrópicos.  

 

En este contexto, una nueva revisión se propuso como objetivo evaluar críticamente los estudios sobre la ashwagandha y sus posibles beneficios para el bienestar general, específicamente en términos de regulación del estado de ánimo, alivio del estrés, mejora del sueño y función cognitiva.  

 

Se realizaron búsquedas en las bases de datos PubMed y Google Scholar utilizando una combinación de palabras clave, la misma incluyó principalmente estudios publicados entre 2009 y 2025. y principalmente estudios in vivo, particularmente ensayos clínicos. 

 

Efectos sobre el estrés, la ansiedad y la depresión 

 

Uno de los estudios incluido por los autores demostró que el uso de ashwagandha en una dosis de 240 mg/día durante 60 días condujo a una reducción en la sensación de estrés y fatiga evaluada con la Escala de Calificación de Ansiedad de Hamilton (HAM-A) y la Escala de Depresión, Ansiedad y Estrés-21 (DASS-21). Asimismo, agregan que se observó que este compuesto reduce los niveles de cortisol matutino y aumenta los niveles de testosterona en hombres, pero no en mujeres.  

 

En otro estudio, que evaluó la efectividad de varias dosis en 98 individuos sanos, se indicó que la ashwagandha impacta positivamente en la reducción del estrés y la ansiedad, principalmente al alterar los niveles hormonales.   

 

A pesar de los prometedores hallazgos, los investigadores advierten que “dada la prevalencia generalizada de la depresión, la ansiedad y el estrés en la sociedad, parece que los estudios se realizaron en poblaciones relativamente limitadas”. “Además, algunos investigadores han sugerido que se debería extender la duración del estudio para observar adecuadamente los cambios clínicos, como la reducción de los niveles de estrés. Además, los datos comparativos sobre la eficacia del extracto de ashwagandha en comparación con la de los antidepresivos y ansiolíticos son insuficientes”.  

 

El impacto sobre la fatiga y la calidad del sueño 

 

Aunque la molécula exacta responsable de la influencia en el sueño aún no se ha identificado, numerosos artículos científicos, incluyendo estudios prospectivos, aleatorizados y doble ciego, confirmaron el efecto beneficioso de la ashwagandha en los procesos fisiológicos del sueño. Comentan que su influencia se ha observado en individuos de 18 a 85 años.  

 

“Este rango de edad es significativo, ya que todos los grupos (adultos jóvenes, adultos y personas mayores) son susceptibles al insomnio derivado de diversas causas. Los adultos jóvenes y los adultos experimentan insomnio principalmente debido al estrés, mientras que los ancianos a menudo se ven afectados por el proceso de envejecimiento, enfermedades relacionadas con la edad y dolor”, explican.  

 

Según el nuevo estudio, “el hecho de que la ashwagandha sea efectiva en todos los rangos de edad la convierte en un remedio prometedor y relativamente seguro”. De hecho, la mayoría de las intervenciones solo genero efectos secundarios leves.  

 

Los aspectos más influyentes de la ingesta de extracto de ashwagandha incluyeron una mejor calidad del sueño, despertarse renovado y una mayor eficiencia del sueño. Además, comentan que reduce el tiempo que se tarda en conciliar el sueño, aumenta el estado de alerta mental al despertar y extiende la duración total del sueño.  

 

La fatiga es una condición problemática que reduce la eficiencia humana e implica deterioro cognitivo y mental. Puede ser el resultado de un sueño inadecuado, mala calidad del sueño u ocurrir independientemente de estos factores. “La ashwagandha también se considera un agente antifatiga. Este efecto está relacionado con sus propiedades relajantes, aliviadoras del estrés e inductoras del sueño”, destacan los expertos.  

 

Efectos sobre la función cognitiva y la memoria  

 

Uno de los estudios citados, recluto a 58 sujetos sanos de 18 a 54 años que recibieron 225 o 400 mg de extracto de ashwagandha diariamente durante 30 días. Luego de este tiempo, observaron que, a diferencia del grupo placebo, ambos grupos de ashwagandha demostraron mejoras significativas en flexibilidad, atención compleja, funcionamiento ejecutivo, tiempo de procesamiento y tiempo de reacción.  

 

Del mismo modo, en un estudio clínico doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo, los resultados mostraron una mejora significativa en la memoria de recuperación y una reducción en la tasa total de error al recordar patrones luego de la suplementación con el extracto herbario.  

 

“La suplementación con extracto de ashwagandha parece ser beneficiosa tanto para personas con buena salud como para pacientes con deterioro cognitivo. Mejora el funcionamiento diario, la memoria y la función visoespacial, reduce el estrés y mejora la calidad del sueño. La dosis diaria recomendada oscila entre 225 y 600 mg”, sugieren los autores.  

 

Además, aclaran que la dosis diaria y la duración del tratamiento no influyen significativamente en los resultados obtenidos. Cabe destacar que no observaron efectos adversos significativos durante los ensayos en ninguno de los grupos de estudio.   

 

En base a los hallazgos, concluyen que “las futuras investigaciones sobre el extracto de ashwagandha deberían centrarse en la estandarización de los protocolos de formulación, los ensayos de seguridad a largo plazo y las pruebas en poblaciones vulnerables, especialmente en personas mayores politratadas y en personas con trastornos endocrinos”.  

   ¿Es posible desactivar la enzima que causa el colesterol alto?
   Día Mundial del Microbioma, un elemento clave para la salud humana
   Las grasas omega-3 podrían aumentar ciertos marcadores de inflamación en el organismo

Archivo