La obesidad se ha asociado con varias enfermedades metabólicas y, a nivel mundial, se ha convertido en uno de los desafíos de salud más importantes. Mecanísticamente, la obesidad conduce a cambios estructurales y funcionales en los adipocitos. A medida que aumentan de tamaño, conducen a cambios celulares, incluido el reclutamiento de células inmunes, la sobreproducción de marcadores proinflamatorios y la secreción mejorada de adipocinas.
Los marcadores inflamatorios, incluida la interleucina-6 (IL-6), el factor de necrosis tumoral-α (TNF-α), la proteína C reactiva (PCR) y las adipocinas, como la leptina y la adiponectina, desempeñan un papel central en la inflamación inducida por la obesidad y la pérdida de peso mejora estos efectos y disminuye los resultados adversos para la salud relacionados con la obesidad.
El ayuno intermitente (AI) es actualmente un enfoque popular para reducir el peso corporal en poblaciones con sobrepeso u obesidad. Estudios clínicos y preclínicos sugieren que el AI puede ser eficaz para mejorar los marcadores de salud cardiometabólica, incluida la presión arterial, los perfiles lipídicos, la resistencia a la insulina y la inflamación. Sin embargo, los estudios previos que examinaron el papel antiinflamatorio del AI han arrojado resultados mixtos sobre los marcadores inflamatorios, siendo el modo de AI un moderador importante.
Los tipos más frecuentes de AI incluyen el ayuno en días alternos (ADF; ayuno con una ingesta de 0 a 500 kcal cada dos días), la alimentación restringida en el tiempo (TRF; períodos de ayuno diarios superiores a 12 h) y la dieta 5:2 (dos días de ayuno y cinco días de alimentación por semana).
Teniendo en cuenta que las investigaciones previas no han realizado un enfoque para identificar qué modo de AI es más eficaz para reducir la inflamación, el objetivo de un nuevo estudio fue determinar los efectos de los diferentes modos de ayuno intermitente (AI) en los marcadores inflamatorios más comúnmente estudiados en adultos.
Se realizaron tres búsquedas en bases de datos desde el inicio hasta junio de 2024. Las búsquedas utilizaron dos grupos de palabras clave: “ayuno intermitente” y “marcadores inflamatorios”. Se incluyeron ensayos aleatorizados y no aleatorizados que investigaron cualquier modo de AI sobre los marcadores inflamatorios, incluyendo interleucina (IL)-6, factor de necrosis tumoral (TNFα), proteína C reactiva (PCR), leptina y adiponectina. Finalmente, se incluyeron un total de 21 estudios.
Los resultados indicaron que el orden de clasificación de probabilidad más alto para la reducción de marcadores inflamatorios fue el siguiente: TRF ocupó el primer lugar para IL-6, TNF-α, leptina y adiponectina, aunque los efectos sobre IL-6 y adiponectina no fueron estadísticamente significativos, y la dieta 5:2 para PCR. “La alimentación restringida en el tiempo (TRF) tuvo la clasificación más alta para múltiples marcadores proinflamatorios en comparación con los otros modos de AI”, explican los autores.
De acuerdo con lo mencionado, la evaluación de la IL-6 puede ser importante para informar tanto sobre la progresión de la enfermedad como sobre su tratamiento y la pérdida de peso inducida por restricción calórica inhibe la secreción de IL-6 del tejido adiposo. A pesar del papel del AI en la pérdida de peso, los hallazgos no muestran efectos significativos del ayuno intermitente en la IL-6.
“La mayoría de los estudios incluidos tuvieron intervenciones de duración inferior a 12 semanas, lo que sugiere que podría requerirse una intervención a más largo plazo para reducir la IL-6 en comparación con el control”, justifican los investigadores.
El TNF-α es la principal citocina proinflamatoria producida por macrófagos y monocitos, que contribuye a la patogénesis de enfermedades autoinmunes [y actúa como un mensajero metabólico producido por el tejido adiposo, contribuyendo en última instancia a las enfermedades metabólicas relacionadas con la obesidad. Por lo tanto, sugieren que “inhibir la producción y secreción de TNF-α es importante, y la pérdida de peso es un enfoque eficaz para reducir los niveles sistémicos”.
En este sentido, destacan “el ayuno intermitente como una estrategia eficaz para perder peso y confirman una reducción en el TNF-α”. “Los resultados actuales mostraron que TRF fue el único modo de AI que fue efectivo para reducir TNF-α”.
Los resultados actuales mostraron que el AI redujo eficazmente la leptina, y el TRF fue el modo particular de AI que fue más beneficioso, en comparación con los otros modos. “La producción de leptina es proporcional a la masa grasa corporal; por lo tanto, la pérdida de peso y la reducción de la masa grasa, especialmente la reducción de la grasa visceral, pueden explicar los efectos beneficiosos del AI en la reducción de la leptina porque el tejido adiposo actúa como un órgano endocrino”, indican los expertos.
En resumen, el estudio muestra que el ayuno intermitente puede ser una intervención eficaz para reducir el TNF-α, la PCR y la leptina, lo que podría contribuir a resultados cardiometabólicos beneficiosos, así como a otros resultados relacionados con la salud. El TRF obtuvo la mayor puntuación en los análisis para IL-6, TNF-α, leptina y adiponectina, aunque no se observó una significación estadística consistente. La dieta 5:2 obtuvo la mayor puntuación en reducción de la PCR.
A pesar de los prometedores hallazgos, los autores concluyen que “se justifican ensayos aleatorizados adicionales con mayor duración y tamaño muestral para determinar mejor la eficacia de las diversas modalidades de AI sobre los marcadores inflamatorios, ya que los hallazgos actuales no respaldan conclusiones definitivas”.