Descubren que los niños que carecen de pescado en su dieta son menos sociables y amables
La nueva investigación de la Universidad de Bristol revela una asociación entre el consumo de pescado y el desarrollo conductual de los niños.
El marisco es una fuente de muchos nutrientes esenciales para los niños, incluidos los ácidos grasos omega-3, el selenio y el yodo, y un indicador de un estilo de vida saludable en general. La recomendación es que los niños consuman al menos dos raciones de pescado a la semana, una de ellas de un pescado azul como el salmón o la caballa.
Los investigadores utilizaron datos de cuestionarios de 5.969 de los participantes en el estudio Children of the 90s, que acaba de recibir 5,2 millones de libras para continuar con la investigación longitudinal pionera. Los datos se recopilaron durante un período de dos años y se ajustaron en función de factores sociales y demográficos.
La mayoría de los estudios que examinan la relación entre los productos del mar y la cognición se han centrado en el consumo de pescado durante el embarazo y su impacto en el bebé. Estudios anteriores han pedido que se realicen más investigaciones sobre el consumo de pescado en los propios niños, ya que no está claro el impacto general del consumo de pescado en el desarrollo cerebral infantil.
Casi todos los niños del estudio no consumían suficiente marisco para cumplir con las recomendaciones del sistema sanitario. Esto puede deberse a que los expertos ya habían advertido a los padres de que el consumo excesivo de pescado podía aumentar el riesgo de exposición a contaminantes como el mercurio.
El consumo de pescado y su vínculo con el desarrollo de la conducta social en la infancia
La conducta prosocial comienza a desarrollarse cuando los niños tienen entre 1 y 2 años y, por lo general, aumenta en frecuencia y complejidad a medida que los niños crecen. Fomentar la conducta prosocial es vital para el buen funcionamiento de una sociedad, lo que pone de relieve la importancia del desarrollo en la primera infancia y el papel de una buena nutrición en la niñez.
En el estudio Children of the 90s, se midió el comportamiento prosocial utilizando cuestionarios para padres sobre sus hijos a los 7 y 9 años de edad.
El estudio también revisó las asociaciones entre el consumo de mariscos a los 7 años y el coeficiente intelectual, pero no encontraron ningún vínculo.
"Cuando hay consejos contradictorios, puede resultar difícil saber cuál es la mejor manera de proceder. Nuestros estudios anteriores han demostrado que comer pescado durante el embarazo en el Reino Unido puede tener un efecto positivo en el desarrollo infantil. Esto también se ha comprobado en países donde el consumo de pescado es mayor que aquí, por lo que es probable que fomentar el consumo de pescado tenga un efecto positivo en el desarrollo infantil”, afirma la investigadora principal del artículo.
“Nuestras pruebas que vinculan el consumo de pescado en los niños con un mejor desarrollo conductual son claras, y recomendamos encarecidamente a los padres que proporcionen al menos dos porciones de pescado a la semana de acuerdo con las pautas del sistema sanitario. Esperamos que los resultados de esta investigación proporcionen a los padres el conocimiento necesario para brindar a sus hijos el mejor comienzo en la vida”, concluyen.
