“Dale like a tu salud: desayuna con calma y mueve el cuerpo”. Con ese ‘like’ en la vida real, 40 estudiantes de 1º de la ESO del IES Grande Covián de Zaragoza han empezado hoy su jornada: con una sesión de ejercicio físico, mediciones corporales un desayuno saludable organizado entre el centro educativo y el Grupo GENUD (Crecimiento, Ejercicio, Nutrición y Desarrollo) de la Universidad de Zaragoza, aprovechando la celebración del Día Mundial de la Nutrición. Una iniciativa conjunta para trasladar un mensaje claro a niños, adolescentes y jóvenes: “Faltan frutas y lácteos en la primera comida del día y sobran las prisas y la comida ultra procesada. También sobran las pantallas que promueven el sedentarismo y empeoran las condiciones físicas de los más pequeños”, comenta Luis Moreno, coordinador de GENUD, un equipo pionero en España y Europa en la investigación de las causas del sobrepeso y la obesidad, enfermedades que, según los datos del último informe Aladino del Ministerio de Consumo (2023), afectan al 36,1 % de los niños y niñas de 6 a 9 años en España.
La elección de este centro educativo para alertar a toda la sociedad de esta realidad, no es casual. El médico e investigador Francisco Grande Covián, muy relacionado con la ciudad de Zaragoza, centró su investigación en la nutrición y la bioquímica. “Además esta actividad se enmarca dentro de la semana Grande Covián y nos parece importante mantener vivo el propósito investigador al que él dedicó su vida: la relevancia de la alimentación sobre nuestra salud. No olvidemos que Grande Covián fue también el fundador y el primer presidente de la Sociedad Española de Nutrición”, explica la directora del instituto, Mónica Aguilera Alcolea.
Precisamente, también en este centro educativo el Grupo GENUD dio sus primeros pasos hace 20 años empezando a formar aquí a sus investigadores.
La jornada ha comenzado con la realización de ejercicio físico lúdico y recreativo. “El 80 % de los adolescentes no cumple con las recomendaciones de actividad física, que son 60 minutos diarios de movimiento moderado-vigoroso y tres días a la semana de refuerzo osteomuscular”, expresa José Antonio Casajús, catedrático de Actividad física y Salud de la Universidad de Zaragoza. “En la práctica esto se traduce en lo que los pediatras ya están etiquetando como la triada pediátrica: la conjunción de una actividad diaria insuficiente, una pérdida de condición física y un analfabetismo motor que configuran un cuadro de riesgo de salud para esta población”, indica el experto. Estamos observando “la pérdida de entre el 5 y el 10% de la condición aeróbica y flexibilidad”, tal como revelan los datos preliminares de estudio que el Grupo GENUD está realizando sobre un grupo de 1.500 niños y niñas y adolescentes de Aragón y que están comparando con el que realizaron entre 1995 y año 2000. “Esta pérdida implica importantes repercusiones en el estado de salud presente y futuro”, recalca.
Después del ejercicio, los 40 chicos tenían que reponer fuerzas con un buen desayuno. “Para adquirir hábitos saludables y empezar la jornada con los nutrientes y la energía necesarios para estar más concentrados y conseguir un buen rendimiento escolar, es vital desayunar de forma consciente y equilibrada e incorporar a nuestra rutina diaria el ejercicio físico”, insiste Moreno. “En un desayuno equilibrado, que permita que los chicos puedan tener un rendimiento óptimo durante su jornada debe estar presente la fruta de temporada, los cereales y los lácteos”. El coordinador de GENUD ha incidido en la importancia de éstos últimos. “Una de las investigaciones realizadas con el grupo HELENA (una iniciativa europea dirigida a comprender y mejorar de forma eficaz los hábitos nutricionales y el estilo de vida de los adolescentes en Europa coordinada desde Zaragoza) puso de manifiesto que la leche y sus derivados tienen un efecto protector en el acúmulo excesivo de grasa, sobre todo en las chicas”, ha subrayado. Quienes no han estado invitados a esta mesa son los productos ultra procesados, sobre cuyas consecuencias negativas para la salud alerta este año FESNAD, la Federación de Nutrición, en el eslogan escogido para este día mundial: “Procesando, seguridad, sostenibilidad y salud”. En esta línea, Moreno ha recalcado la importancia de la vuelta a la dieta mediterránea: más cereales, frutas, verduras y pescados y menos bebidas azucaradas y alimentos de fácil consumo ricos en calorías, grasas y sal”.
Además, los integrantes de este grupo investigador de referencia mundial en el sobrepeso y la obesidad han reivindicado otro ingrediente necesario y olvidado: el tiempo. “El desayuno necesita su espacio y momento. No puede ingerirse un vaso de leche a toda prisa, de pie, para salir corriendo al colegio o al instituto. Hacen faltan entre 15 y 20 minutos para sentarse, masticar y, si es posible, compartir este momento del día con algún miembro de la familia y no mirando una pantalla”. Precisamente, el grupo GENUD, que ha centrado parte de su labor investigadora en la lucha contra el sedentarismo, ya presentó en 2019 el proyecto “Videojuegos activos frente a la obesidad y el sedentarismo en niños niñas de 9 a 11 años”.
El impacto del deporte y el ejercicio físico en la prevención del sobrepeso y la obesidad ha sido una constante en las dos décadas de vida de GENUD, que, desde su fundación, en el año 2005 puso en marcha la red de Ejercicio Físico y Salud (EXERNET), que actualmente incluye a 28 grupos de investigación españoles de 20 universidades diferentes. En esta línea, el grupo GENUD ha sido referente en el impacto del ciclismo o la natación en la salud ósea y composición corporal de estos deportistas, también en el análisis del efecto del ejercicio físico en personas con distintos tipos de discapacidad, grupos con diversidad funcional, pacientes con patologías crónicas y personas mayores.
En la línea del desayuno organizado esta mañana en el IES Grande Covián, este grupo de científicos e investigadores está inmerso en la actualidad en el estudio Meli-Pop, una intervención con estilos de vida mediterráneos para intentar prevenir la obesidad en preescolares. Además, trabajan también en el seguimiento a 1.500 niños y niñas durante 10 años para identificar las causas del desarrollo de la obesidad usando no solo métodos tradicionales, sino también novedosos como la metabolómica o el estudio de la microbiota intestinal.