Dos nuevos estudios realizados por investigadores de Unity Health Toronto y la Universidad de Toronto sugieren que la "Dieta Portfolio" basada en plantas puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad, mejorando la salud cardíaca en diversos grupos de personas.
El primer estudio, publicado en BMC Medicine, analizó datos de casi 15.000 estadounidenses y descubrió que la adhesión a la "Dieta Portfolio" estaba asociada con una importante reducción del riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, enfermedad coronaria y todas las causas.
Es el primer estudio que vincula la dieta con una menor mortalidad por enfermedades cardiovasculares y por todas las causas. “Incluso añadir una pequeña cantidad de estos alimentos, como una onza de frutos secos o media taza de frijoles cocidos, puede ser beneficioso. No es necesario seguir una dieta estricta para lograr un cambio positivo”, afirman los expertos.
Los participantes ganaron puntos por consumir alimentos de cada una de las categorías de la "Dieta Portfolio": nueces; proteínas de origen vegetal como frijoles o tofu; fuentes de fibra viscosa de alimentos como las manzanas o la avena; y alimentos ricos en fitoesteroles y ácidos grasos monoinsaturados, por ejemplo, margarina o aceites enriquecidos. También se reducían puntos por consumir alimentos con alto contenido de grasas saturadas y colesterol.
Quienes se adhirieron más estrictamente a la dieta mostraron menos factores de riesgo, como lípidos en sangre, inflamación y niveles altos de azúcar en sangre. También tuvieron un riesgo un 16 % menor de enfermedad cardiovascular y un 18 % menor de enfermedad coronaria, así como una reducción del 14 % en la mortalidad por todas las causas.
Incluso una adherencia moderada produjo beneficios notables, incluida una reducción del 12 % en el riesgo de enfermedades cardiovasculares, un 14 % menos de factores de riesgo de enfermedades coronarias y una reducción del 12 % en las muertes por todas las causas.
El estudio se basó en datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de EE. UU. e incluyó poblaciones no reflejadas previamente en la investigación de la "Dieta Portfolio". Asimismo, el equipo examinó los hábitos alimentarios utilizando una encuesta de recordatorio dietético de 24 horas y cuestionarios de frecuencia alimentaria de estudios anteriores.
“Pudimos captar una imagen más matizada de cómo comía la gente. Antes, no distinguíamos entre las distintas grasas que usaban. Cuando estuvimos en Georgia, observamos que allí se cocina mucho con manteca de cerdo. Así que, cuando la gente registraba cocinar frijoles con grasa, era importante anotar qué tipo usaban, ya que la manteca de cerdo tiene más grasas saturadas que el aceite de oliva, por ejemplo”, comentan los investigadores.
Si bien gran parte de la investigación existente sobre la "Dieta Portfolio" se ha centrado en adultos mayores, un segundo estudio centra su atención en un grupo demográfico más joven, a menudo ignorado. Publicado en BMC Public Health, este estudio analizó a aproximadamente 1.500 personas de veintitantos años con diversas etnoculturales, utilizando datos del Estudio de Nutrigenómica y Salud de Toronto.
"Queríamos entender cómo estos patrones dietéticos se manifiestan en poblaciones más jóvenes y generalmente más saludables", explican los autores del segundo estudio.
Incluso en este grupo de bajo riesgo, una mayor adherencia a la "Dieta Portfolio" se asoció con niveles más bajos de colesterol LDL y otros factores de riesgo cardiovascular, como el colesterol total y la presión arterial. los científicos creen que adoptar estos hábitos alimentarios de forma temprana puede ayudar a limitar la exposición al colesterol LDL a lo largo de la vida y retrasar la aparición del riesgo de enfermedad cardiovascular.
Según la investigación, “dado que esta cohorte es de bajo riesgo y goza de buena salud general, sus niveles de colesterol LDL eran bastante bajos desde el principio. Aun así, pudimos observar asociaciones favorables significativas entre la dieta de cartera y los factores de riesgo de las personas. Considerar la exposición acumulada a los factores de riesgo nos permitió comprender el impacto que esta forma de alimentación puede tener a largo plazo”.
"Seguir el 50% de la "Dieta Portfolio" desde la edad adulta temprana puede retrasar el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares en etapas posteriores de la vida en aproximadamente seis años. La adherencia completa podría retrasarlo hasta 13 años", señalan.
Los autores comentan que "las intervenciones dietéticas en la adultez temprana son especialmente importantes ya que las transiciones comunes de la vida, como mudarse de casa por primera vez o terminar la escuela, se han vinculado previamente con impactos negativos en la calidad de la dieta".
“Cuando pensamos en dietas terapéuticas, las personas de veintitantos años no son el primer grupo demográfico que nos viene a la mente. Descubrimos que algunos de los alimentos de la dieta, fáciles de preparar y llevar, ya formaban parte de sus hábitos alimenticios. Alimentos como frutos secos, frutas y bayas pueden ser fáciles de incorporar a su estilo de vida para estas personas y sentar las bases para una mejor salud a largo plazo”, rematan.