La diabetes tipo 2 está fuertemente vinculada a la enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD), anteriormente conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico. La prevalencia global de ambas enfermedades está aumentando, con MASLD afectando alrededor del 25 % y la diabetes tipo 2 afectando alrededor del 11 % de la población adulta. La prevalencia de MASLD en pacientes con diabetes tipo 2 es incluso mayor, alcanzando hasta el 69 %.
Los Mecanismos fisiopatológicos similares, incluyendo resistencia a la insulina e inflamación de bajo grado, juegan un papel tanto en la diabetes tipo 2 como en la MASLD y hay una superposición en factores de riesgo como un estilo de vida poco saludable y la obesidad.
Asimismo, la MASLD puede provocar esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH), fibrosis, cirrosis, insuficiencia hepática, carcinoma hepatocelular y la enfermedad cardiovascular, la cual es la causa más importante de morbilidad y mortalidad en pacientes con diabetes tipo 2 y MASLD.
Las intervenciones en el estilo de vida, incluidos los cambios en la dieta y la actividad física, son la piedra angular del tratamiento para el tratamiento de MASLD y MASH. Las pautas destacan la importancia de la pérdida de peso, con un objetivo de reducción del 5-10 % en el peso corporal.
En este momento, hay evidencia limitada para recomendar una composición dietética específica. Hacer dieta continua durante largos períodos de tiempo puede ser un gran desafío para los pacientes. Los estudios sobre el ayuno intermitente y periódico en pacientes con MASLD son escasos, pero algunos estudios sugieren que estas dietas podrían ser prometedoras para reducir el peso corporal, mejorar las enzimas hepáticas y reducir la esteatosis hepática en pacientes con MASLD.
En un nuevo ensayo clínico, los pacientes con diabetes tipo 2 fueron aleatorizados para seguir un programa de dieta similar al ayuno (FMD) mensual de 5 días durante doce meses junto con la atención habitual, o la atención habitual sola.
Una FMD es una forma específica de ayuno periódico, que imita los efectos del ayuno debido a que su composición de macronutrientes es baja en azúcar y proteínas, y comprende principalmente carbohidratos complejos y grasas saludables.
“Seguir un programa FMD durante 5 días consecutivos al mes durante doce meses reduce biomarcadores que indican acumulación de grasa hepática y de la inflamación/fibrosis hepática”, menciona el estudio.
Además, en el análisis de los resultados se observó que este tipo de “patrón alimentario se asoció con disminuciones de la hemoglobina glicosilada, la glucosa en ayunas, los triglicéridos y el peso corporal. Como asi también con una disminución del colesterol total y aumento del HDL”.
Si bien se requieren mayores estudios a futuro, los autores concluyen que “los ciclos mensuales de una dieta mixta parecen ser un complemento valioso para el tratamiento regular de la diabetes tipo 2”.